En estos días de comienzo del Tiempo Pascual, en el Centro Amigo hemos querido ser partícipes de la alegría de la Resurrección de Cristo. Hemos vivido una Semana Santa bastante anómala. No hemos podido vivir las estaciones de penitencia de las hermandades -con las que nos unen lazos especiales, sobre todo con aquellas que están en nuestro entorno más cercano- en nuestras calles. Pero la alegría de la Pascua, la alegría de la Resurrección, sigue siendo la misma alegría que otros años. La esperanza en que otro mundo es posible es el motivo por el que resucitamos cada día, resistimos a pesar de las adversidades y nos transformamos para construirlo.
Como ejemplo de ello, hemos querido compartir con todos vosotros la adaptación de una canción que, en estos días de relaciones a través del balcón, se ha puesto muy de moda.
Para nosotros no es tampoco una canción vacía de contenido: "No tengáis miedo. Id a llevar la noticia a mis hermanos. Decidles que se dirijan a Galilea; allí podrán verme" (Mat 18:20). Porque resistir es no tener miedo, llevar la noticia es anunciar que resistimos, anunciar que estamos llegando a Galilea.
Nuestra resurrección es resistencia, es continuar luchando, es saber dónde agarrarnos para continuar el camino. A pesar del confinamiento, a pesar de la angustia, del miedo y del esfuerzo, merece la pena resistir para, sobre todo, resucitar.
Os invitamos a ser resistencia con nosotros, ya que, "juntos, lucharemos, y lo conseguiremos".