Somos cuatro jóvenes que empezamos esta aventura gracias al campo de trabajo de la Pastoral Juvenil de Sevilla en colaboración con Cáritas Diocesana.
Una semana intensa donde hemos podido acercarnos a nuestros hermanos y hermanas migrantes, y conocer más esta realidad tan desconocida para muchas personas, especialmente para los jóvenes de la Archidiocesis de Sevilla.
En nuestro voluntariado hemos vivido momentos preciosos, a través del apoyo educativo en las clases y, en sus diferentes niveles, el testimonio de sus realidades.
El poder compartir sus vidas y sus aprendizajes con nosotros. Sus fortalezas y su capacidad de querer aprender, para llegar a conseguir sus sueños.
También valoramos como un gran tesoro y testimonio de superación, la vida de Clotilde y su familia, el camino de su vida y hasta donde hoy han llegado, lo que hoy aman y lo que han conseguido; resumiendo, han sido momentos únicos que siempre llevaremos guardados en nuestros corazones, que se han visto transformados a través de esta maravillosa experiencia.
Nos ha sorprendido la familiaridad, la acogida, el sentirnos hogar, parte de esta familia que protege, que promueve, que integra y acompaña dentro de la situación de cada una de esas personas, y que valora como muy importante sus ritmos y sus tiempos, siempre acompañados.
En definitiva, nuestro voluntariado en este proyecto de Nazaret, nos ha ayudado a cambiar nuestra mirada hacia los migrantes de toda realidad.
Gracias.
Antonio, José Ramón, María y Maribel