La aportación de su testimonio, que incluye la experiencia del éxodo tras dos guerras vividas, ha servido para aportar respuesta a los interrogantes nucleares de la reflexión de los participantes, realizada sobre la lectura de la parábola del Buen Samaritano: ¿quién es mi prójimo? ¿qué rodeos doy? ¿de quién me hago prójimo?
En la actividad, encuadrada en el programa de formación permanente mensual del profesorado de la fundación, han participado más de 100 docentes. La reflexión se ha centrado, en esta ocasión, en el valor de la fraternidad, como parte de los valores de la institución.
"Ha sido una riqueza mutua poder contar con este testimonio, gracias al cual hemos podido aproximarnos a algunas de esa realidades y personas «descartadas» de las que habla el papa Francisco", se destaca.