Durante los días 4 y 5 de noviembre ha tenido lugar en el complejo residencial Lantana Garden la XXVI Escuela de Otoño, que bajo el lema “CUI-DAMOS”, ha reunido a más de cuatrocientos voluntarios y voluntarias, técnicos y formadores.
La Escuela comenzó el viernes con una sesión inaugural presidida por el arzobispo de Sevilla, don José Ángel Saiz Meneses, que nos invitó a “portarnos como prójimos, cumpliendo el mandamiento del amor, sobre todo con los más heridos”, sabiendo que “el prójimo es cualquiera que tenga necesidad de mí y al que yo pueda ayudar”.
Tras la bienvenida, dio comienzo el primer espacio formativo, una ponencia bajo el título “Teología y vulnerabilidad: un camino de ida y vuelta para comprendernos.” impartida por Francisco José Ruíz Pérez sj, Decano de Teología de la Universidad de Deusto. Durante la ponencia, invitó a los presentes a cuestionarse “por qué quiere Jesús que vivamos junto a lo vulnerable”, destacando que “cuando Jesús se aproxima tanto a lo vulnerable, abraza integralmente a la humanidad”. Jesús habla así de un amor universal y a partir del evangelio y de la experiencia humana frente a la pandemia, y plantea cómo “el cristianismo defiende una experiencia religiosa que nos lleva a vivir y a reconocer la vulnerabilidad, pero que lee la vulnerabilidad de una manera abierta a la vida”. La jornada acabó con un rato de convivencia y oración.
El sábado comenzó con un rato de oración y la ponencia telemática de Marta López Alonso, enfermera y Doctora en Teología Moral: “Cuidar para sostener a los que viven en las periferias”. Marta nos habló del cuidado como algo sagrado, y de cómo Jesús nos enseña a inclinarnos frente al otro: “bajar la mirada y fijarla en el sufriente es lo que rompe todo tipo de fronteras”. Finalizaba su intervención destacando “la importancia de la mirada y de la ternura como elementos fundamentales para el cuidado”.
Durante el resto de la mañana y la tarde, el voluntariado participó en catorce talleres distintos, con temas variando desde la acogida, el empleo, las migraciones, la cooperación fraterna, hasta los informes FOESSA o la Fratelli Tutti. Los talleres estuvieron dirigidos por voluntarios, técnicos de distintas Cáritas de España y otras instituciones colaboradoras. La jornada finalizó con una eucaristía presidida por Salvador Diánez, delegado episcopal de Cáritas Diocesana de Sevilla, y concelebrada por varios de los asistentes a la Escuela.