"La solidaridad no es tan sólo una virtud personal, sino que tiene también una evidente dimensión social. Esa determinación firme y perseverante por el bien de todos, que nos convierte a cada uno en responsable de los otros, llama también al compromiso por cambiar las estructuras sociales para que éstas pongan en el centro a la persona humana y su dignidad y se fundamenten realmente en los valores de la justicia, la igualdad, y el respeto a los derechos de todos". Texto de la intervención de Mariano Pérez de Ayala en el IV Encuentro sobre Pensamiento Cristiano.