Modar huyó de Siria en septiembre, y se dirigió hacia Europa en busca de asilo y protección contra las bombas y el derramamiento de sangre de la guerra civil de casi seis años de duración. Con su hermano y su hermana, todos de poco más de 20 años, cruzó el Mediterráneo en un bote inflable y viajaron por Europa hasta llegar a lo que esperaban que fuera un nuevo inicio para ellos, Holanda. Hasta ahora la historia resulta familiar. Más de 850 000 personas han realizado este viaje en 2015, casi todas de Siria. Sin embargo, la historia de Modar es especialmente emotiva para la familia de Cáritas porque durante los últimos tiemps Modar había trabajado como consejero de Caritas Siria, ayudando él mismo a los que huían de la violencia.