Según los últimas estadísticas disponibles, los centros asistenciales de nuestro país atendieron en 2012 a 22.938 personas sin hogar. Una cifra elevada a las 40.000 por las organizaciones sociales del sector, que denuncian, además, "la realidad persistente y en progresión creciente del sinhogarismo". Junto a esta inasumible y escandalosa expresión de la exclusión residencial, en España, casi un millón y medio de familias viven en infraviviendas; y casi cuatro millones padecen condiciones de privación, inseguridad y dificultades de aceso a la vivienda, un "derecho básico", tal y como es reconocido por los tratados internacionales y en nuestro propio ordenamiento constitucional. Mientras, en una desgraciada paradoja, casi tres millones y medio de viviendas permanecen vacías.